Últimamente estaba divirtiéndome mucho creando personajes para un proyecto que tengo, y me acordé de mi primera amistad real y mi primera gran cagada.
Nos unía mucho la lectura. Éramos fan de las mismas sagas, e incluso nos prestamos libros. Pero cuando supe que a ambos nos gustaba escribir, se multiplicó el interés. Interés que me duró tanto como demoré en leer un par de capítulos de su novela.
Yo buscaba habilidad técnica y acción, historias de buena trama, porque no estaba muy involucrado con los personajes. Por eso mientras ella leía mis cuentos con admiración y me ofrecía palabras de apoyo, yo le devolvía objetividad cruel. Analicé su historia sin detenerme demasiado en los personajes, porque me aburría tener que consultar todo el tiempo una hoja con relaciones, nombres, personalidades, historias de sus orígenes. Lo que no valoraba en mi vida, tampoco valoré en lo que leí. Eventualmente terminamos desenamorados y nos dejamos de hablar.
Mientras tanto pasé de estudiar cómodo con el apoyo de papá y mamá a terminar haciéndome cargo de mi vida solo en una ciudad lejana. La escritura es a diario una forma poderosa de procesar lo que me pasa; creo personajes para darles miedos y plantear situaciones, para después ser testigo de cómo salen adelante… casualmente como esta muchacha ya hacía varios años antes de conocerme. Con esto en mente entendí qué significaron mis palabras, y supe que era una de las semillas del final triste.
Voy a seguir alimentando mi arrogancia al generar ideas, está claro. Crear es pretender un mundo un poco más cercano al de los sueños, así que si me involucro en una historia al mismo tiempo que la critico, mi pasión terminará muerta en el proceso. También está claro que hay que darle espacio a la revisión estricta, para seguir mejorando. Pero esta vez tengo sentimientos, así que voy a intentar recordar que no soy el único.
“Objetividad cruel”, cuantas veces escondemos los sentimientos detrás
de la rigurosidad de la crítica.
Es condición del escritor ser pretencioso?
Solo reflexión..
Hola sobri! Muy buenos tus escritos y reflexiones. Tienen esa combinación de realismo mágico unidas a sentimientos y emociones que aparecen dándole un toque de calidez . En realidad es la posibilidad de atravesar a quien escribe. Pronto te envío algo mío. Abrazos!