Circular sobre una pantalla LCD con ojos cansados no era mi plan cuando me levanté, pero en esto terminamos. La emoción del fin de semana es más intensa antes del finde, no durante. Uno se concentra mucho cuando busca distraerse a la santa hora.
Hora de aprender, pensaba cuando miraba otra pantalla, la de mi computadora, medio día atrás. Analizando mensaje por mensaje un caso complicado, de un sitio web que no lograban hacer funcionar. Me dejó pensando tanto, que al terminar quise volver para ver si le había dado respuesta alguno de mis colegas.
Colegas con éxito, amigos con planes, padres que envejecen, se mueve rápido la tierra bajo los pies cuando uno es mayor. Tiene sentido desde la cinemática básica, pero es más real a las 4 de la mañana, se siente más cerca. Casi que puedo conectar mentalmente con mi versión de trece años mientras pienso estas líneas. Aunque él estaba componiendo melodías, en lugar de un posible posteo para un blog.
Blog que no he tocado demasiado desde que lo comencé. Ha costado despegarse de la inercia de diseñar el sitio en lugar de llenar con contenido. Una novela además en proceso succiona mucho tiempo del día, y aún más cuando cambian tanto los horarios de trabajo. Turno de la tarde para noche, me trunca el día por la mitad.
Mitad del plan de Disney+ que ahora pago con mi papá. No hay mejor indicio de adultez que empezar a pagar por una suscripción de entretenimiento, cuando antes solías piratear todo el contenido infectando tu computadora y limpiando luego. Aunque claro, no se puede piratear tan fácil el deporte.
Deporte que muchos no consideran deporte, porque involucra un motor. Fórmula 1, qué increíble haberme vuelto fan moderado después de mucho despreciar a los fans como concepto. Comentario al margen, se trataba de una versión adolescente, pero igual. Nunca seguí ningún deporte y mirame ahora, pensando en las carreras a la santa hora.
Hora de dormir, ciertamente. Entre mensajes sin leer, procrastinación vengativa a la hora de dormir (no suena tan bien en español), buscar cursos y escribir esto, se hizo tarde. Pero el show debe continuar, y la vida es un experimento así como este texto. Por eso termino acá mi obra circular.